Volviendo de los festejos...
El 4 fué mi cumpleaños, y todavía no había tenido tiempo de sentarme delante de esta PC- carretilla y hablar un poquito del asunto... :-)
Aunque en realidad no hay demasiado que contar, como cada cumpleaños, la he pasado trabajando y mirando las agujas del reloj, a ver si algún hada se compadecía de mi y las adelantaba para acercar mi horario de salida. Pero como era de esperarse, eso no ocurrió, nunca pasa. :-(
Igualmente, a las cuatro y algo de la tarde, la Morocha quedó en libertad. Él no volvía de su actividad laboral hasta pasadas las nueves, por lo que hice una parada en la casa de mis papás, y recibir (de paso) una dosis de besos y mimos cumpleañeros. Eso si ocurrió, siempre pasa. :-D
Comí cositas ricas hechas por mi mamá, recibí algunos regalitos y a eso de las ocho de la noche marche despacito para mi casa, para mi guarida de sueños, de iluciones, de esperanzas. Para ese lugar que a veces siento mágico, donde tal vez las hadas si se me aparecen y me adelantan las agujas de reloj. Cuando estamos juntos, los minutos son segundos, y las horas minutos; y eso tambien ocurre muy asiduamente. ;-)
A las nueve de la noche llegó él, compartimos nuestros días, mostré mis regalitos y conté las llamadas, sms y mails que había recibido.
No hubo torta gigante con velitas, ni una cena para amigos y familia. No hubo un coro gigante cantando el cumpleaños feliz. No hubo regalos importados, ni fotos por doquier. No hubo una fiesta inolvidable. La Morocha cumplía años y no pretendía nada de eso!!! Ella sólo quería un pancho y un cono de papas fritas en la panchería de la Avenida! :-P
Posdata: Gracias Abril por tu homenaje!!!!!! :-D
Posdata bis: puffffff, y todavía no escribí el post de Reyes! :D ...
Aunque en realidad no hay demasiado que contar, como cada cumpleaños, la he pasado trabajando y mirando las agujas del reloj, a ver si algún hada se compadecía de mi y las adelantaba para acercar mi horario de salida. Pero como era de esperarse, eso no ocurrió, nunca pasa. :-(
Igualmente, a las cuatro y algo de la tarde, la Morocha quedó en libertad. Él no volvía de su actividad laboral hasta pasadas las nueves, por lo que hice una parada en la casa de mis papás, y recibir (de paso) una dosis de besos y mimos cumpleañeros. Eso si ocurrió, siempre pasa. :-D
Comí cositas ricas hechas por mi mamá, recibí algunos regalitos y a eso de las ocho de la noche marche despacito para mi casa, para mi guarida de sueños, de iluciones, de esperanzas. Para ese lugar que a veces siento mágico, donde tal vez las hadas si se me aparecen y me adelantan las agujas de reloj. Cuando estamos juntos, los minutos son segundos, y las horas minutos; y eso tambien ocurre muy asiduamente. ;-)
A las nueve de la noche llegó él, compartimos nuestros días, mostré mis regalitos y conté las llamadas, sms y mails que había recibido.
No hubo torta gigante con velitas, ni una cena para amigos y familia. No hubo un coro gigante cantando el cumpleaños feliz. No hubo regalos importados, ni fotos por doquier. No hubo una fiesta inolvidable. La Morocha cumplía años y no pretendía nada de eso!!! Ella sólo quería un pancho y un cono de papas fritas en la panchería de la Avenida! :-P
Posdata: Gracias Abril por tu homenaje!!!!!! :-D
Posdata bis: puffffff, y todavía no escribí el post de Reyes! :D ...
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